vie. May 3rd, 2024

Con 1 gramo de biocarbón se obtiene 1 litro de agua segura para consumo humano. Apuntan a producirlo comercialmente para abordar este problema.

El arsénico (As) contamina las napas freáticas y puede causar la enfermedad Hacre. En la Argentina, 6,4 millones de personas carecen de acceso a agua potable de red y en al menos 18 de nuestras 23 provincias se encuentran niveles de As en aguas para consumo humano muy superiores a lo que recomienda la OMS. Por eso, el proyecto Guaduar —incubado en la Facultad de Agronomía de la UBA (Fauba)— generó un biocarbón de bambú y un dispositivo de filtrado capaz de extraer hasta el 100% del arsénico en aguas contaminadas. El proyecto avanza en la producción de bambú y biocarbón en Misiones y busca difundir la tecnología en regiones afectadas. “Guaduar apunta a sanear aguas contaminadas con arsénico. Para eso trabajamos con un bambú nativo del país, Guadua chacoensis. Lo que hacemos es fabricar biocarbón a partir de cañas de descarte, y modificarlo químicamente para que adsorba mejor este elemento”, dijo Andrea Vega, docente de Botánica General de la Fauba y Directora del proyecto. Según la docente, es una especie que se cultiva poco en el país. En estado adulto, las cañas alcanzan hasta 15 cm de diámetro y unos 20 m de altura. Sin embargo, las más valiosas para el proyecto son las que mueren en estado juvenil, ya que carecen de valor comercial y producen el mejor biocarbón.

Del laboratorio al terreno

Vega puntualizó que la puesta a punto del biocarbón se hizo en laboratorio. “Los resultados están publicados en Science of The Total Environment y en Journal of Colloid and Interface Science, y muestran que con 1 g de biocarbón obtenemos 1 litro de agua segura para consumo humano. Mientras la OMS indica un máximo de 0,01 miligramos de arsénico por litro de agua, nosotros logramos remover hasta el 100% de este elemento”.

Y agregó que para probar el sistema en territorio, desde la Fauba se firmó un convenio tripartito con el municipio bonaerense de Alberti y con el Ministerio de Ambiente de la Provincia de Buenos Aires.

Desde la universidad

Por su parte, Mónica Francés, Directora Ejecutiva de IncUBAgro, comentó que “desde la incubadora de proyectos de la Fauba, potenciamos emprendimientos vinculados al sector agropecuario acompañando a los diferentes grupos en sus estadios iniciales con tutorías, asistencia y capacitaciones. Los ayudamos a elaborar el modelo de negocios y a buscar financiamiento”.

Y añadió que en especial se busca apoyar a los equipos emprendedores cuando deben cumplir las condiciones que establecen instituciones como el Senasa o la Anmat. También al llegar el momento de escalar desarrollos o productos a volúmenes de comercialización. “En el caso de Guaduar, la interacción fue muy positiva”.

Para cerrar, Andrea Vega destacó la ventaja de haber conformado un equipo multidisciplinario. “Contamos con diversos perfiles, tanto desde la botánica, la agronomía como de las ciencias ambientales. Incluso, un diseñador gráfico y dos ingenieros industriales de la UBA. Esta riqueza de visiones nos permitió encarar el tema de la descontaminación, que es complejo”.

FUENTE: Pablo A. Roset (SLT-FAUBA)

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